domingo, 2 de agosto de 2009

El sueño del mundo exterior

El sueño del mundo exterior

La criatura era un cúmulo de sensaciones...y nada más.

La sensación se convertía en percepción cuando la conciencia se apoderaba de ella. La percepción devenía en sentimiento y, finalmente, el sentimiento se transformaba en lo que la criatura llamó “pensamiento”.

En un principio la secuencia era una e inevitable. El pensamiento era solo una reacción a un estímulo externo. Porque la criatura era frágil. La conciencia instintiva de su fragilidad la obligaba a dedicar todo su esfuerzo a su propia conservación. Por ende debía volcar toda su atención en el mundo exterior y su recién estrenado pensamiento se dedicó por completo a ese fin.

Pero pronto descubrió que una parte de su pensamiento funcionaba por sí solo. Sin ser respuesta a un estímulo exterior. Comprendió que buena parte de su sentir y pensar provenía de su interior. Una parte de sí mismo la producía. A esa parte le llamó “Yo”.

Pronto descubrió que ese “Yo” no era una parte de sí. Era propiamente “él mismo”. Ese “Yo” era el punto desde el cual él observaba lo que le rodeaba, incluso sus propios sentimientos y sensaciones.

La conciencia de ese “Yo” fue creciendo de tal modo que la criatura terminó por no saber si, en efecto, había un estímulo exterior que impactaba en sus sentidos o si, por el contrario, era su “Yo” interior quien manipulaba sus sentidos para presentar a su entendimiento una “realidad externa”. Una realidad externa, tal vez, inexistente.

El sueño de la propia existencia

El primer habitante de Hipnópolis fue el sueño de la propia existencia.

Sucedió que la criatura "sentía". La criatura sentía calor, sentía frio, sentía hambre...sentía. Es decir, tenía sensaciones...como otras criaturas.

Como otras criaturas? No. Porque esta criatura "sentía" que "sentía". "Sabia" que sentía. A esta sensación de "saber" le llamó "conciencia". O sea: La criatura era conciente de sus sensaciones..

La conciencia de sentir convertía sus sensaciones en sentimientos. Esto la hacía diferente a otras criaturas.

Entonces, la criatura concluyço que si "sentía", "era·. El sentimiento no puede existir sin "algo" que lo experimente, y ese "algo" no puede ser "algo" si no existiese.

Así, la criatura se convenció de su propia existencia.

Peroesa idea que al entendimiento de la criatura se presentaba como verdad evidente no era más que un sueño. Porque la criatura no tenía ninguna evidencia más allá de su sensación.

Era un sueño, sí, pero era el sueño primordial. El sueño que daba consistencia a su conciencia de sí mismo. Y la criatura se aferró a él.

Y, tomándolo como punto de partida, echo a rodar su vivir.

lunes, 25 de mayo de 2009

. Orígenes de Hipnópolis




El sueño de un elemental


Entonces eran solo los elementales El transcurrir de los elementales era solo sucesos. No existía el tiempo. Tampoco el espacio. De modo que ese transcurrir sin tiempo ni espacio era lo mas parecido a lo que después (es decir cuando existió tiempo y espacio) se llamó “sueños”. Solo que, carentes de contenciones, esos “sueños” consistían solamente en existencia pura , Era así desde la eternidad y, seguramente, hubiera seguido siéndolo por otra eternidad de no ser que Hipnos “soñó” un “sueño” que no ocupaba el todo. A “Eso” que impedía que el “sueño” ocupara el todo, el sorprendido elemental le llamó “límite” y a lo que quedaba contenido dentro de él le llamó “existencia limitada” ya que había dejado de ser existencia pura. Al aspecto que dicha existencia limitada ofrecía a su entendimiento le llamó “forma”.

Entusiasmado con su descubrimiento, comenzó a jugar con él. Así, soñó una forma tras otra. En un principio creyó que toda forma era posible de soñarse, pero pronto descubrió que no era así. Había formas que no podía soñar, aunque quisiera. Entonces inventó el concepto “posibilidad”. Solo podía soñar formas posibles.

Y lo que, finalmente, mas lo sorprendió en un principio pero pronto lo aterrorizó, es que esas existencias limitadas adquirían vida propia sin que él no sólo no se las diera, sino incluso sin poder impedirlo. . Sintiéndose desbordado, pidió ayuda a los demás elementales. Estos no solo no lo ayudaron sino que se enfurecieron (otro descubrimiento) ante semejante atrocidad y condenaron a las repugnantes criaturas a la peor de las penas para un elemental: la materialidad. Hipnos, no resignado a perder el contacto con sus criaturas, creó un punto no material (de modo que estaba a su alcance) y a donde èstas podían llegar con sus sueños. A ese punto inmaterial le llamó Hipnópolis.

martes, 19 de mayo de 2009

Bienvenida

Ilustre visitante:

Se bienvenido a Hipnópolis, nuestro amado país.

Como cabe la posibilidad de que no recuerdes muy bien la Geografía que aprendiste en el cole, te refresco la memoria:

Hipnópolis esfue un Reinorepublica administrado bajo un régimen de Monarquìa Absolutistademocráticoliberal.

La raza predominante es la blancacobrizaamarillanegra, que se ha mantenido pura, es decir sin mestizaje, a lo largo de su historia.

La religión predominante es el ateointegrismo, caracterizado por un marcado polimonoteísmo.

Su idioma es, claro está, el hipnopolés.

Estimo, amable huésped, que con lo dicho ya tendrás una idea más que clara acerca de Hipnópolis y su gente.

Las historias que, si lo deseas, vas a leer a continuación, fueron concebidas en hipnopolés y traducidas desde su idioma original por el único traductor Hipnopolés-Castellano del mundo, un servidor.

Si notas, amable lector, deficiencias en estos relatos, te ruego seas benévolo y tengas en cuenta que en hipnopolés no existe la escritura.

Espero, de todo corazón, que la estadía en nestro país te resulte estimulante.

Con amor


EL HIPNOPOLITA